Desde que empezó el semestre me traen con un ritmo maldito. Poco o nada es el tiempo que destino para algo fuera de la academia. Lo he hecho casi mecánicamente y eso me fastidia. Así no lo disfruto. Lo peor es darme cuenta lo “científico” que por momentos es todo lo que escribo, grrrr, eso me encabrona más. Tons, y para dejarlo bien claro de aquí en más, he aquí mis mandamientos:
1. Creatividad antes que erudición.
2. Nunca, ningún autor, escuela o corriente por encima del mundo.
3. Jamás un concepto que no pretenda violentar la realidad.
4. Que lo haya dicho quien sea me vale madres sino me hace sentido.
5. No escribir para mí mismo y mucho menos para la comunidad de “científicos”.
6. Si científico social he de ser, que sea loco.
7. Siempre pretender cambiar al mundo, añorándolo justo.
8. Hacerlo con las más viseras posibles.
9. Sin el corazón antes que la “razón”, mejor no escribo nada.
10. Locura y frenesí absolutos.
Parecen babosadas, pero para mí son importantes y por eso les dejo constancia, empeñando mi compromiso. Poner mi corazón en cambiar al mundo con imaginación es lo que quiero hacer.